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Línea 2: Metodologías asociadas al diálogo de saberes

 

Coordinadores Mesa: César Augusto Tapias   ·   cesaraugustotapias@yahoo.es

Lina Zuluaga   ·   observatorioseguridadm@gmail.com

 

 

“Educar y educarse es tarea de aquellos que saben que poco saben – por esto saben que saben algo, y pueden así llegar a saber más -, en diálogo con aquellos que, casi siempre, piensan que nada saben para que estos transformando su pensar puedan igualmente saber más.” (FREIRE, ¿Extensión o Comunicación? La concientización en el medio rural, 2001)

 

El campo de la comunicación, como campo de conocimiento, plantea metodologías para el estudio de la comunicación que si bien se apoya en discursos de la lingüística, la semiótica, la sociología, el psicoanálisis, entre otros, ello no consiste simplemente en un agregado de discursos, ni en la hegemonía de un sólo paradigma sobre los demás. La comunicación se despliega en el universo de lo social, se realiza fundamentalmente en la relación intersubjetiva y mediática, por lo que podemos decir que  toda actividad humana tiene algo que ver con la comunicación, ¿Qué otra actividad puede ser más humana que el dialogo?.  Los académicos de la comunicación no solo han intensificado su interés en el estudio del diálogo (Anderson y Cissna, 2008), sino que, también, se han esforzado en usarlo como un método para entender dinámicas de los procesos de comunicación interpersonal, organizacional y masiva, y su contribución a la práctica de la comunicación para el desarrollo y el cambio social, así que la noción de diálogo ha sido aplicada primordialmente de tres maneras: como modelo de comunicación, como evento de comunicación interpersonal y como proceso de deliberación pública; pero la comunicación no debe ser restringida a las formas de comunicación vertical y masiva. Como lo explican Fals Borda (2006) y Escobar (2006), aquí los conceptos de Freire (2006) de comunicación horizontal y educación bancaria son fundacionales en este discurso sobre el diálogo como metodología. Y es que esa noción de diálogo y comunicación horizontal  puede ser empleada para afirmar que: “la comunicación es el arte de crear significados” (Kaplún, 2006, p. 148), Ahora, si comunicar significa negociar significados, «expresarse, interactuar, gozar, proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, sentirse, sentir a los demás y ejercer la calidad del ser humano» (Prieto, 1996).

 

 

Desde las teorías de Paulo Freire: La educación en grupo, entendemos que la educación debe ser dialógica y participativa. Su idea de la educación para la liberación aparece como base para cimentar desde la pedagogía una idea de transformación. Sus obras: “La educación como práctica de la libertad” (FREIRE, 2008) y la “Pedagogía del oprimido” (FREIRE, Pedagogía del Oprimido, 2008) nos permiten identificar un espacio donde las prácticas y los procesos de interacción que se llevan a cabo ponen en juego a los miembros del grupo como sujetos sociales en donde sus historias sociales y personales, sus recursos materiales e intelectuales y sus expectativas, son elementos que se infiltran al interior de todo proceso educativo, haciendo de este proceso de enseñanza-aprendizaje una realidad muy particular.

 

 

El proceso educativo es bidireccional, como el proceso ideal de la comunicación y en ambos, las partes generan un compromiso de transformación de sus propios saberes. “La filosofía ha rechazado siempre un saber incomunicable, o ha determinado desde su comienzo que lo incomunicable es lo incognoscible, y lo incognoscible no es, pues supone que lo inexpresable es alógico y lo alógico una “agnóia” o no saber. Por lo tanto, el grado y modo de su comunicabilidad define pues, a un saber cómo éste define a su plexo social” (PASCUALI, 1972).

 

Con base en este modelo dialógico propuesto por Freire para la educación emancipadora, la recepción, por ejemplo, deja de ser considerada un rol pasivo, y se concibe, más bien, como una tarea activa, con responsabilidades como la escucha activa, el intercambio recíproco y el pensamiento crítico. El modelo dialógico emerge como una aproximación alternativa para entender, formular y aplicar iniciativas para el cambio social. Dentro de esta postura queremos destacar las formas dialógicas usadas en la comunicación no sólo para los aprendizajes sino y sobre todo, para la producción y circulación de conocimiento, es decir como metodologías:

 

I.            Lenguaje audiovisual

El uso social del lenguaje audiovisual  en comunidades, ha significado  una forma de promocionar el ejercicio de la participación ciudadana, la reivindicación de lo público y la producción y visibilización de discursos alternos a los hegemónicos. La manera en la que se enseña el audiovisual en organizaciones sociales y comunitarias, no solamente aborda la parte técnica (manejo de cámaras, sonido, luminotecnia, edición, animación) sino también en su componente conceptual y estilístico (temáticas, discursiva, poética visual, montaje) a los integrantes de estos grupos que tienen habitualmente niveles de escolaridad formal bajo pero que poseen un acervo de saberes populares elevado y cuyo contacto con los medios no va más allá del simple consumo de lo que ofrecen los medios masivos de comunicación, les viene bien aprender dialogando ( Pedraza Tabares, 2010).

 

II.            Hablar,  narrar,  contar

En las dos acepciones establecidas por Martín Barbero: contar de narrar y contar participativamente hablando, la tecnología y el saber técnico están presentes, pero son solamente un medio y una justificación comunicativa, en palabras de Alirio González, de la Escuela audiovisual infantil de Belén de los Andaquíes  “Cuando no hay nada que contar, no hay ninguna máquina que sirva”. Aquí puede ser útil ver experiencias como el Comité de contenidos en Ciudad Comuna.

 

III.           Talleres y charlas teórico prácticas

 Acompañadas de ciclos de cine foros en donde se realizan análisis cinematográficos y políticos, la enseñanza ha incluido el diálogo de saberes por ejemplo para el debate sobre el arte cinematográfico como discurso. Puede ser un ejemplo ver la Cocina de guiones en Pasolini.

 

IV.           Otras metodologías afines al diálogo

La cartografía social, la etnografía dialógica, la entrevista narrativa, el grupo focal o entrevista colectiva, la entrevista no directiva (o etnográfica).

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